sábado, 6 de enero de 2018

Maduración del Linfocito B


Médula Ósea (MO)

La médula ósea es un tejido esponjoso que se encuentra en el interior de algunos de los huesos del cuerpo, contiene las células troncales para todas las células sanguíneas (Sirve de albergue a las células madres o pluripotenciales) y los eritrocitos, incluidos los Linfocitos, y es el lugar de maduración de todos los tipos celulares, exceptuando a los Linfocitos T que maduran en el Timo. Todo este proceso de formación de las células de la sangre se denomina “Hematopoyesis”, la médula ósea es el lugar principal de este proceso, sin embargo, cuando esta se daña o hay mucha demanda de células, el hígado y el bazo funcionan como zonas de hematopoyesis extramedular.

Está conformada por trabéculas óseas, células endoteliales de los capilares sanguíneos, tejidos mesenquimatoso y perivascular, y fibras nerviosas.

Sobre el endostio se asientan las células pluripotenciales o madres, que dan origen a las series mieloide, linfoide, megacariocítica y eritrocítica. Los LsB se originan y maduran en ella, salen a la circulación y entran a los ganglios linfáticos en donde les es presentado un Ag que los activa y convierten en células plasmáticas, que inician la producción de diferentes clases de Acs. Parte de ellas regresan y se ubican para continuar la producción de Acs. En la médula se originan también los LsT que salen como células pro-T y migran al timo en donde maduran.  

Nichos funcionales: En la MO hay diferentes nichos que más que espacios anatómicos aislados, son microambientes formados por la conjunción de quimioquinas, citoquinas y factores generados en el estroma, y en los cuales se producen las diferentes células del sistema inmune.  

Origen y maduración de LB




Durante la diferenciación del linfocito B participan activamente las células del estroma con la liberación de citocinas y factores de crecimiento; en esta etapa, las células B que muestran autorreactividad son disminuidas por apoptosis, lo que sucede aproximadamente en 50%. Finalmente, el linfocito B maduro emerge de la médula y a través de la circulación, se dirige a los órganos linfoides secundarios para ejercer su función efectora.

Los linfocitos B (Ls B) Tienen su origen en las células hematopoyéticas madres (HSC) adheridas al estroma de la médula ósea.

Nichos para los LsB. 

Estos se originan por señales que parten del endostio y por la acción conjunta de osteoblastos, osteoclastos, células reticulares y mesangiales productoras de la IL-7, así como de las moléculas APRIL y BAFF, citoquinas indispensables para el crecimiento, maduración y supervivencia de los LsB. La producción de estos Ls se inicia con la generación de una línea que pasa por las siguientes etapas: Ls-pro-B, expresan las moléculas CD34 y CD19, luego se trasforman en Ls pre-B al perder la CD34 y adquieren el receptor para el Ag, BCR, (B cell receptor), que es una molécula de IgM. Simultáneamente expresa otra inmunoglobulina, la IgD.

En esta etapa de desarrollo la mayor parte de los LsB cuyo BCR puede reconocer los antígenos propios del organismo, son destruidos por apoptosis, en un proceso conocido como selección negativa, que evita que entren a circulación Ls con BCR con capacidad de reconocer Ags propios. Los que sobreviven a este control, y que podrían atacar lo propio, son posteriormente reconocidos y destruidos en el bazo para evitar que más adelante, den origen a procesos autoinmunes.
En las aves los LsB maduran en un órgano situado en la proximidad de la cloaca, conocido como bursa de Fabricius. Este órgano, curiosamente, desapareció en la evolución y no existe en los mamíferos, en los cuales la maduración de los LsB ocurre en el hígado durante la vida intrauterina, y luego en la MO y bazo durante el resto de la vida. 

Subpoblaciones de LsB: Se han identifcado tres:

1) LsB-2 que se encuentran en: los folículos linfoides, (los veremos al estudiar los órganos linfoides secundarios), en circulación, y en varios tejidos. Tienen una vida media de 8 semanas durante los cuales “buscan” tener contacto con el Ag para el cual su BCR esté programado. 

2) LsB de la zona marginal del bazo, que generan Acs de la clase IgM contra moléculas de polisacáridos-proteínas portadoras. No necesitan la ayuda de los LsT. 

3) LsB-1 presentes en pleura, peritoneo, y anillo de Waldeyer que constituyen el 5% de todos los LsB, expresan la molécula CD5 y no requieren que el Ag les sea presentado por otra célula. Producen Acs que se conocen como naturales porque no requieren de un proceso de aprendizaje requerido por otros LsB. La literatura científca reciente plantea la inquietud de que estas células estén genéticamente programadas para responder a algunos pocos Ags con la producción de Acs solo de la clase IgM y que hacen parte de la inmunidad natural. 



Referencias:

🙊Abul K. Abbas, Andrew H. Litchman, Shiv Pillai (2015). Células y tejidos del sistema inmunitario. Inmunología celular y molecular, Barcelona. Elsevier.
🙊William Rojas M., Luis Miguel Gómez O. Inmunología de Rojas 17va edición. México: CIB.


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